A veces conoces gente que no puede más que mentir. Unos mienten porque necesitan dominar y atraer la atención del resto. Hay otros que mienten para divertirse y juegan con las palabras en cada frase. Puede desconcertar si te los intentas tomar en serio. Hay que saber jugar a su juego. Pero que placer cuando te engañan y te das cuenta de que no hay que tomarse la vida tan estrictamente. La palabra dicha es importante, pero no definitiva.
Siento envidia y añoranza de esas tomaduras de pelo.
Atentamente suya,
Sra.Saeki
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